Apolinar García exestelar lanzador de las Aguilas batalla por sobrevivir y en la actualidad labora en una gomera en su natal Bonao.
Apolinar García, reconocido lanzador de las Águilas Cibaeñas en la década de los 90, ha pasado de ser una figura destacada en el béisbol a trabajar en una gomera en su ciudad natal, Bonao. A sus 57 años, Apolinar se gana la vida reparando neumáticos y tapando pinches en la Gomera Sandy, cerca de su hogar.
El expitcher, quien en su juventud fue una pieza clave para las Águilas y jugó en varios equipos de la liga dominicana, ahora realiza este trabajo con amor y honradez para mantener a su familia. Recibe alrededor de 500 pesos diarios por su labor y cuenta con el apoyo de la Federación Nacional de Peloteros Profesionales (Fenapepro), que le proporciona 5 mil pesos mensuales.
Apolinar García espera un nombramiento en el Instituto Nacional de Educación Física, y aunque no tuvo la oportunidad de jugar en las Grandes Ligas, su legado en el béisbol dominicano sigue vivo. A pesar de las dificultades, sigue siendo una figura respetada y ha compartido sus conocimientos con jóvenes lanzadores en Bonao.
Este caso destaca la realidad de muchos atletas que, después de su carrera deportiva, enfrentan desafíos económicos y laborales en la transición a otras ocupaciones menos glamorosas pero igualmente importantes para mantenerse y sostener a sus familias.
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