Los sindicatos de conductores en protesta por la inseguridad y para exigir la salida del primer ministro, Ariel Henry, vivieron ayer la primera jornada.
Por Alfonso Alvarez, www.laspalomastv.com
La huelga general convocada en Haití para tres días, a partir de este lunes, ha tenido un respaldo limitado en su primera jornada, a pesar de la llamada de la Brigada Sindical Anticorrupción (BSAC) y sindicatos de conductores. La protesta busca abordar la inseguridad y demandar la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, quien asumió la máxima autoridad tras el asesinato del presidente Jovenel Moise en junio de 2021.
En zonas como Delmas, Pétion-ville y Puerto Príncipe, donde se reforzó la presencia policial, muchas escuelas, tanto públicas como privadas, optaron por mantener sus puertas cerradas, aunque el transporte público sigue funcionando con normalidad. Aunque se observó un aumento en las estaciones de combustible como medida preventiva, la situación ha transcurrido con relativa normalidad, aunque algunas actividades operan a un ritmo más lento.
A pesar de que en algunas áreas la actividad comercial se ha ralentizado, los bancos, las empresas y la administración pública continúan operando. El Gobierno, ante el anuncio de la huelga, alentó a la población, especialmente a estudiantes y comerciantes, a llevar a cabo sus actividades cotidianas con libertad.
La inseguridad en Haití ha empeorado desde al menos 2018, marcada por un aumento en secuestros, masacres, ataques armados, robos y violaciones contra la población civil. En octubre de 2022, el primer ministro Ariel Henry solicitó el apoyo de una fuerza dirigida por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para combatir la violencia causada por pandillas fuertemente armadas en la zona metropolitana de Puerto Príncipe y otras áreas del país.
La situación se complica con la reciente prohibición del despliegue de una misión multinacional liderada por Kenia, solicitada por el Gobierno haitiano, lo que agrega más incertidumbre a la crisis que atraviesa el país caribeño, agravada por la violencia de bandas armadas. El Gobierno de Haití expresó su esperanza de obtener un resultado "rápido y positivo" en el caso de la misión de Kenia, mientras enfrenta desafíos en diversos sectores debido a la crisis en curso.