Según el Dr. Castellanos, la telepatía de Neuralink tiene el potencial de romper barreras lingüísticas y culturales, facilitando la comunicación entre personas que hablan diferentes idiomas o provienen de diversos contextos socioculturales. También podría ser beneficiosa para personas con discapacidades que limitan su capacidad de comunicarse verbalmente, ofreciéndoles una nueva forma de expresión.
Sin embargo, el Dr. Castellanos también señala preocupaciones significativas, especialmente en términos de privacidad y seguridad de la información transmitida a través de esta tecnología. La posibilidad de que los pensamientos privados sean interceptados o manipulados plantea cuestiones éticas y legales. Además, existe la inquietud de que la dependencia excesiva de la comunicación telepática pueda tener un impacto negativo en las habilidades de comunicación tradicionales y en la privacidad individual.
Otras preocupaciones mencionadas por el neuropsicólogo incluyen la equidad y la accesibilidad. Se cuestiona si esta tecnología estará al alcance de todos o solo de aquellos que puedan pagarla, lo que podría generar divisiones aún mayores entre aquellos que tienen acceso y aquellos que no.
En última instancia, el Dr. Castellanos destaca la necesidad de regulaciones rigurosas y adecuadas para garantizar el uso ético y responsable de la tecnología de Neuralink. Aunque representa un avance significativo, también plantea desafíos y riesgos que deben abordarse cuidadosa y reflexivamente.