En esta foto de archivo del 13 de junio de 2016 se muestra a agentes de la Administración de Control de Drogas en Florida. (Joe Burbank/Orlando Sentinel vía AP, Archivo)
Joseph Bongiovanni, un veterano agente de la Administración de Control de Drogas (DEA), se encuentra en medio de un escándalo judicial tras ser acusado de ocultar un "oscuro secreto" durante años. Según los fiscales, Bongiovanni era un agente doble que recibía dinero ilegal de la mafia de Buffalo a cambio de brindar "amplia protección", socavando investigaciones y protegiendo a criminales.
Durante el juicio federal en curso, los fiscales han presentado pruebas que sugieren que Bongiovanni se embolsó más de $250,000 en sobres llenos de dinero durante una década. Se le acusa de abrir falsos expedientes de casos, alentar a sus colegas a investigar menos a italianos y más a negros y latinos, y utilizar términos ofensivos para referirse a ellos.
Los fiscales también afirman que Bongiovanni protegió a amigos traficantes, encubrió un club de striptease implicado en tráfico sexual y ayudó a un maestro de inglés a mantener un negocio de cultivo de marihuana. Su conducta corrupta fue posible en parte debido a la falta de supervisión adecuada por parte de la DEA, según los fiscales.
El juicio de Bongiovanni resalta una serie de escándalos éticos dentro de la DEA, con al menos 16 agentes acusados de varios delitos federales desde 2015. Estos casos han planteado preocupaciones sobre la supervisión y la rendición de cuentas en la agencia encargada de combatir el tráfico de drogas en los Estados Unidos.
Este nuevo episodio se suma a los desafíos que enfrenta la DEA en medio de una epidemia de sobredosis fatales de drogas. La agencia, compuesta por 4,100 agentes, ha enfrentado críticas por su capacidad para erradicar la corrupción y garantizar la integridad en sus operaciones.
Este artículo se basa en informes de la agencia de noticias AP y resalta la gravedad de la situación en la que se encuentra la DEA con respecto a la conducta ética de sus agentes.