Un hombre que pasaba en una motocicleta se detuvo y le habló, tratando de disuadirla. Logró acercarse a la mujer, quien comenzó a llorar. En ese momento, junto a un motoconcho, lograron sujetarla firmemente y evitar que se lanzara al río Ozama.
Curiosos que presenciaron la escena se detuvieron para ofrecer apoyo emocional. Dos mujeres que pasaban por el lugar se acercaron, abrazaron a la mujer y le expresaron palabras de aliento, recordándole que todo tiene solución. Una de las mujeres oró por la desconocida.
Ante la situación, una de las mujeres se ofreció a llevar a la afectada en su automóvil, asegurándose de que no intentara nuevamente hacer daño a sí misma y para contactar a sus familiares. La intervención de estos ciudadanos y su apoyo emocional fueron fundamentales para evitar una tragedia.