Mientras el fuego ardía anoche en la cárcel de La Victoria, siete camiones sacaban a reclusos que eran trasladados de emergencia hacia otros recintos. Los presos gritaban "¡Hay muchos muertos!Anoche, unidades del Cuerpo de Bomberos del Gran Santo Domingo continuaban con las labores de extinción del incendio que se desató en la Penitenciaría Nacional de La Victoria. El trágico suceso ha dejado tres internos fallecidos y once heridos con quemaduras.
El incendio se concentró principalmente en las celdas 3 y 4 del patio del recinto carcelario. Siguiendo el protocolo de seguridad, las autoridades restringieron el acceso tanto a familiares como a la prensa, impidiendo así la entrada para obtener más detalles sobre el incidente.
Agentes de la Policía Nacional y miembros del Ejército de la República fueron desplegados en los alrededores del penal para evitar cualquier intento de fuga por parte de los reclusos.
En los predios del penal, decenas de familiares de los internos permanecían a la espera de noticias sobre sus seres queridos. En el lugar también se hicieron presentes el Ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez Martínez, el director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, y otras autoridades.
Pablo Ulloa instó a las autoridades penitenciarias a abrir la cárcel de Las Parras para trasladar a los reclusos de La Victoria, con el objetivo de evitar situaciones similares en el futuro.
Pasadas las ocho de la noche, cientos de presos fueron sacados en camiones de control migratorio con destino desconocido. Mientras tanto, una densa humareda continuaba afectando la zona, y familiares se agolpaban fuera del recinto, tratando de identificar a sus allegados entre los trasladados.
El incendio, originado por un cortocircuito en una de las celdas del Patio, se produjo mientras una jueza de Ejecución de la Pena del Distrito Nacional visitaba a unos internos. La explosión resultante obligó a evacuarla de emergencia.
La Penitenciaría Nacional La Victoria, construida durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, es la cárcel más poblada del país, con una capacidad nominal superada por mucho, lo que ha generado condiciones de hacinamiento críticas.