El informe sostiene que la investigación de ovnis en Estados Unidos desde 1945 se ha centrado en determinar si representan un riesgo para la aviación, si son tecnología extranjera o si son de origen extraterrestre, esta última sin evidencia concluyente. La AARO tuvo acceso completo a programas sensibles del Gobierno estadounidense en la elaboración del informe.
El documento destaca que la percepción del ocultamiento por parte del Gobierno se ha generado en parte debido a la presencia extensa de contenido sobre alienígenas en la cultura popular, alimentando teorías conspirativas. La AARO reconoce que muchas personas creen sinceramente en estas teorías, basándose en sus percepciones y experiencias, pero sostiene que no hay evidencia verificable que respalde tales afirmaciones.
Este informe se publica en medio de un creciente interés público en los ovnis y afirmaciones anteriores de figuras exoficiales, como David Grusch, sobre la posesión de naves extraterrestres y restos de ocupantes por parte de las autoridades estadounidenses.