Uno de los tornados impactó en el pueblo rural de Indian Lakes, en el oeste de Ohio.Los estados afectados fueron Kentucky, Indiana y Ohio, donde las poderosas tormentas causaron estragos. Más de 13 millones de personas en esa área central del país estaban bajo alerta de tornados, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
El sheriff Randall Dodds, del condado de Logan en el centro-oeste de Ohio, confirmó tres muertes y describió la devastación como tan grave que se necesitaba equipo pesado para mover los escombros y buscar posibles víctimas heridas.
Hubo reportes iniciales de que un tornado golpeó un parque de casas rodantes en Winchester, Indiana, causando tres muertes. Sin embargo, la Policía de Indiana posteriormente informó que no estaba al tanto de ningún deceso.
El servicio meteorológico estadounidense también alertó sobre un "tornado muy peligroso de media milla de ancho" que se desató en el estado de Ohio, mientras que otro tornado impactó en el pueblo rural de Indian Lakes, en el oeste de Ohio.
Amber Fagan, presidenta de la cámara de comercio de Indian Lakes, describió la situación como "devastación pura", con árboles caídos, cristales rotos y líneas eléctricas caídas cubriendo las carreteras.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, informó que otro tornado pasó por los poblados de Gallatin y Trimble en su estado, aunque no se reportaron víctimas mortales en esa zona.
Los tornados, un fenómeno relativamente frecuente en Estados Unidos, especialmente en el centro y el sur del país, son difíciles de predecir y pueden causar daños significativos en su paso.