
Desde el jueves pasado, Haití ha sido testigo de una escalada de violencia sin precedentes, caracterizada por un aumento en los enfrentamientos entre la Policía y las pandillas armadas, tiroteos en los barrios y un incremento en el número de víctimas.
Las calles de Puerto Príncipe están bajo asedio de las bandas armadas que buscan derrocar al gobierno del primer ministro Ariel Henry. La coalición de bandas 'Vivir juntos', liderada por Jimmy Cherizier 'Barbecue', ha llevado a cabo ataques, incendios y saqueos, lo que ha provocado un desplazamiento masivo de personas y el cierre de escuelas y hospitales.
El Sindicato Nacional de la Policía ha advertido sobre la posibilidad de ataques contra el Cuerpo de Intervención y Mantenimiento del Orden (CIMO), una unidad de seguridad clave. También se han reportado invasiones de bandas armadas en el Estadio Sylvio Cator, el principal del país, y sus alrededores, lo que ha resultado en secuestros y amenazas.
El Gobierno haitiano ha reaccionado prometiendo acciones para restablecer el orden público y capturar a los responsables de los actos criminales. Sin embargo, la violencia persiste y las embajadas, incluida la de Estados Unidos, han renovado sus alertas de seguridad, instando a sus ciudadanos a abandonar el país lo antes posible.
Mientras tanto, Haití espera la llegada de una misión multinacional de apoyo a la seguridad liderada por Kenia, aprobada por la ONU en octubre pasado, con la esperanza de poner fin al terror impuesto por las bandas armadas.