
Bajo temperaturas de hasta 40 grados Celsius, la caravana llevaba una pancarta destacando "asesinos de migrantes pobres", mientras Vázquez comparaba el sufrimiento de los migrantes con el calvario de Jesús. El sacerdote denunció la crueldad experimentada por los migrantes, incluyendo robos, secuestros y extorsiones por parte de delincuentes y autoridades, quienes a menudo los obligan a continuar su viaje a pie.
En Tapachula, miles de migrantes aguardan permisos para transitar por México sin ser deportados, y a menudo realizan movilizaciones para acelerar la entrega de estos documentos. Aunque algunos participantes aspiran llegar a Ciudad de México, estas marchas suelen disolverse debido a su extenuante naturaleza y a medida que las autoridades otorgan los permisos en el camino.
Este "viacrucis" coincide con el primer aniversario de la muerte de 40 personas, en su mayoría venezolanos, en una estación migratoria en Ciudad Juárez. Con la migración irregular convirtiéndose en un tema central de la campaña presidencial en Estados Unidos, el estado de Texas impulsa una ley, actualmente en suspensión, que permitiría a la policía expulsar a quienes crucen ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos.