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El cantante puertorriqueño, de 30 años, se presentó en el Barclays Center en la segunda de tres citas, mostrándose serio y taciturno, en contraste con la fiesta veraniega que montó en 2022 en el Yankee Stadium.
Vestido con un conjunto marrón y un velo negro con brillantes, inició el concierto con "Nadie Sabe" y, en momentos de pausa, reflexionó sobre su etiqueta de "malo" y el qué dirán, asegurando que sigue su corazón y se preocupa por lo que piense su gente.
A lo largo de la noche, entre temas como "Hibiki" y "Baticano", mostró su melancolía al dedicar su agradecimiento a los seguidores desde el día uno, reconociendo que tiene días tristes.
El concierto estuvo lleno de una puesta en escena espectacular, con dos escenarios y un puente suspendido en el aire, y el público entregado coreando sus éxitos de reguetón como "Dákiti", "Safaera" y "Yo perreo sola".
Aunque inicialmente introspectivo, Bad Bunny terminó el concierto con una nota más animada, dejando al público con ganas de más y confirmando su posición como uno de los artistas más influyentes de la música urbana actual.