Imagen ilustrativa de hombre de traje
Ajuste perfecto: Es fundamental que el traje te siente bien, con el hombro en su sitio y el largo adecuado de pierna y manga. Debe ser ni muy ajustado ni demasiado holgado.
Fijarse en el hombro: La zona del hombro es clave para determinar si el traje está bien confeccionado. Las hombreras deben quedar en el sitio natural del hombro.
Solapas de la americana: Deben quedar bien asentadas en el pecho, sin ahuecar. Un buen cruce es esencial para que el quiebre de planchado asiente la solapa.
Espalda y cuello: La parte trasera del traje no debe quedar arrugada ni sobrar tela. La 'U' que rodea el cuello debe estar ajustada al cuello de la camisa.
Largo de mangas y pantalón: Las mangas del traje deben dejar sobresalir el puño de la camisa. El largo del pantalón puede variar según gustos y edades, pero se tiende a llevar algo más corto.
Complementos: La corbata sigue siendo importante en eventos formales, pero cada vez se lleva más el traje sin corbata y pañuelo.
Traje de tres piezas: Si optas por un traje de tres piezas, asegúrate de que el chaleco ajuste bien, sin apretar, y que respete el cruce de la chaqueta. No se debe usar cinturón con chaleco.
Elección del tejido: La lana fría, los linos y las fibras naturales como el algodón son opciones populares. Las fibras naturales permiten a la piel transpirar y son adecuadas para casi todas las estaciones.
Camisa: Las camisas de sastrería suelen tener más entretela y un pie de cuello algo más ancho. Elige un cuello armado que complemente el traje.
Ocasión y tendencia: Elige el traje según la formalidad y hora del evento. Para bodas, comuniones o bautizos, un traje marino o gris con camisa de rayas celestes y corbata es una opción acertada.
Para cuidar el traje en perfectas condiciones, lávalo en seco después de usarlo y guárdalo en una buena percha para evitar deformaciones en el hombro. Con estas claves de estilo, encontrar el traje perfecto será mucho más sencillo.