
Sarita Capellán, otra residente del sector, adopta la misma estrategia preventiva, elevando sus muebles sobre bloques para protegerlos del agua. Sin embargo, la reconstrucción de la cañada Bonavides, destinada a resolver problemas de inundación, ha empeorado la situación para los residentes de la zona, convirtiendo las lluvias en una verdadera pesadilla.
En Las Lilas, en Santo Domingo Este, la historia se repite. Las calles sin asfaltar se convierten en ríos temporales, obligando a algunos residentes a refugiarse en casas de familiares. La entrada a este sector es especialmente problemática, con grandes hoyos que se llenan de agua y forman lodazales difíciles de sortear.
Ante la llegada de una vaguada al territorio nacional, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ha emitido alertas amarillas y verdes en 23 demarcaciones, incluyendo el Distrito Nacional y varias provincias. Estas alertas son un recordatorio de la vulnerabilidad de muchas comunidades ante los eventos climáticos y la necesidad de estar preparados para hacer frente a las emergencias que puedan surgir.