El presidente turco y líder del Partido Justicia y Desarrollo, o AKP, Recep Tayyip, izquierda, y su esposa Emine Erdogan hacen un gesto a sus seguidores en la sede de su partido en Ankara, Turquía, la madrugada del lunes 1 de abril de 2024Durante una campaña electoral intensa, Erdogan se comprometió profundamente con estas elecciones, destacando la importancia crucial de recuperar la alcaldía de Estambul para su partido, el AKP, después de haberla perdido en 2019. Sin embargo, su candidato fue derrotado por Ekrem Imamoglu, del principal partido de la oposición, el socialdemócrata CHP.
La victoria de Imamoglu se interpreta como un fracaso personal de Erdogan y su política nacional. El CHP no solo ganó en numerosas alcaldías, sino que también se convirtió en el primer partido del país, superando al AKP por un millón de votos.
El deterioro de las condiciones económicas de importantes sectores de la sociedad turca fue un factor determinante en el cambio de actitud de los electores. La inflación del 67 % interanual y la difícil situación económica de los jubilados, que cobran salarios bajos, influyeron en la percepción negativa hacia el gobierno de Erdogan.
Además, la actitud cada vez más autoritaria de Erdogan y su discurso islamista han alienado a muchos votantes, incluidos nacionalistas, conservadores y kurdos, que optaron por apoyar a candidatos que representan una alternativa al AKP.
La derrota en estas elecciones municipales pone fin a las aspiraciones de Erdogan de obtener un nuevo mandato en las elecciones presidenciales de 2028. Aunque los rumores sugerían que buscaría cambiar la Constitución para permitir un tercer mandato, la coalición de Erdogan no tiene los votos suficientes en el Parlamento para lograrlo.
Ekrem Imamoglu, por su parte, utilizará su victoria en la alcaldía de Estambul como trampolín para aspirar a la presidencia del país en futuros comicios, siguiendo el camino que una vez recorrió Erdogan.
En resumen, la derrota del AKP en estas elecciones municipales representa un mensaje claro por parte de los votantes turcos, reflejando su descontento con la situación económica y política del país, así como su búsqueda de alternativas políticas.