Según Enrique Chalas, miembro de la Confederación Cafetelera Dominicana (Concafed), los costos para iniciar y mantener la producción de café son altos, lo que dificulta aún más la situación. Se necesitan inversiones en infraestructuras básicas, como caminos adecuados en las zonas cafetaleras, para garantizar el transporte y la permanencia de los productores en esas áreas.
Actualmente, se estima que hay unas 700,000 tareas de café en producción, de un total de 1.5 millones de tareas que han sido sembradas. Sin embargo, los costos de producción son elevados, y la rentabilidad se ve afectada por la falta de financiamiento, cuidado y fertilización adecuados.
A pesar de los desafíos locales, las importaciones de café y sus variantes están en aumento, lo que representa una competencia adicional para los productores locales. En 2023, las importaciones de café alcanzaron los US$54.6 millones, lo que supuso un decrecimiento del 13% en comparación con el año anterior.
Por otro lado, las exportaciones de café dominicano también han experimentado una disminución, generando preocupaciones adicionales para la industria. A pesar de que el café dominicano se considera de alta calidad, las exportaciones se han reducido, lo que refleja un desequilibrio en el mercado nacional e internacional.
En resumen, el Día Nacional del Café en República Dominicana sirve como recordatorio de los desafíos que enfrenta la industria cafetalera local, así como la necesidad de abordar estos problemas para garantizar la sostenibilidad y el crecimiento de este importante sector económico.