Durante su participación en la conferencia "Ética y Corrupción", organizada por el Instituto de Altos Estudios de Iberoamérica, Montero destacó la necesidad de promover principios y valores como base fundamental para el progreso social. Expresó su preocupación por la falta de desarrollo moral y abogó por un liderazgo ético que fomente la ciudadanía y las virtudes cívicas.
El magistrado advirtió sobre las consecuencias del deterioro moral, que puede conducir a sociedades violentas y alejadas de la calidad democrática. Subrayó la importancia de la educación moral para contrarrestar esta tendencia y abogó por la implementación de un sistema de valores sólido que guíe el comportamiento individual y colectivo.
En relación con la gestión de la mora judicial, Montero enfatizó la necesidad de integrar a los jueces en la planificación estratégica y en la adopción de soluciones coherentes. Destacó el papel crucial de los jueces como actores prioritarios en la transformación institucional y abogó por la estandarización de procesos y la utilización efectiva de la tecnología para mejorar la eficiencia del sistema judicial.
En resumen, Montero instó a las sociedades a priorizar una visión ética y valores sólidos para garantizar un desarrollo sostenible y fortalecer la calidad democrática, mientras que en el ámbito judicial abogó por la integración de los jueces en la planificación estratégica y la utilización efectiva de la tecnología para mejorar la eficiencia y la gestión de la mora judicial.