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Haiti (Photo by Richard PIERRIN / AFP)En los jardines de Champ de Mars, cerca del Palacio Nacional en Puerto Príncipe, se registran tiroteos que obligan a la gente a huir en todas direcciones para escapar de las balas, mientras que las actividades se han detenido en la zona.
Además, en el sector de Pétion-Ville, se descubrieron cuatro cadáveres, aparentemente víctimas de disparos. La presencia de cuerpos sin vida se ha vuelto algo común en Haití, con escenas tan habituales que incluso los niños se acercan a observar.
A pesar de la violencia persistente, los niveles actuales están por debajo de los registrados a finales de febrero y principios de marzo, cuando los grupos armados intensificaron sus ataques contra instituciones y propiedades privadas, en ausencia del primer ministro haitiano Ariel Henry, quien sigue fuera del país y cuya renuncia exigen las pandillas.
La situación en Haití ha sido calificada como un "cataclismo" por la ONU, con más de 1,500 muertes a manos de grupos armados en los primeros tres meses del año. La violencia ha generado una crisis humanitaria, con millones de personas necesitadas de ayuda, cientos de miles de desplazados, escasez de alimentos y un sistema de salud al borde del colapso.
La comunidad internacional, incluido el papa Francisco, ha expresado su preocupación por la situación en Haití y ha pedido el cese de la violencia y el avance hacia la democracia y la fraternidad en el país. La ONU y la OEA celebrarán debates y reuniones para abordar la crisis en los próximos días.