La Innovación en la Agricultura: Utilizando Orina Humana como Fertilizante



Amparo Henríquez, estudiante de Ingeniería Civil Industrial de la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad Adolfo Ibáñez, revisa los tubos de muestra de orina utilizados para crear fertilizantes a base de orina y agua de mar en Santiago el 28 de marzo de 2024.AFP

Por Alfonso Alvarez, www.laspalomastv.com

04 de abril del 2024.

En un esfuerzo por abordar la escasez de fósforo, un mineral vital para la producción de fertilizantes, la científica chilena Dafne Crutchik está liderando un proyecto innovador que utiliza un recurso inesperado: la orina humana. Esta práctica, que ya se ha implementado en varios países alrededor del mundo, busca extraer fósforo de la orina para crear fertilizantes naturales y sostenibles.

La disminución de las reservas mundiales de fósforo y el aumento de los precios de los fertilizantes han generado una urgente necesidad de encontrar alternativas viables. Tradicionalmente, el fósforo se obtiene de depósitos minerales, pero ante el agotamiento de estas reservas, es crucial explorar nuevas fuentes de este recurso esencial.

El proceso para crear este innovador fertilizante implica la combinación de orina con agua de mar, que aporta el magnesio necesario para la producción. Después de un período de reposo, la mezcla desencadena la "precipitación del fósforo", solidificando este mineral en cristales blancos que pueden ser utilizados como fertilizantes naturales en la agricultura.

Los beneficios de este enfoque son significativos. No solo proporciona una fuente alternativa y sostenible de fósforo, sino que también ayuda a reducir la contaminación causada por el exceso de fósforo en cuerpos de agua, que puede tener efectos devastadores en los ecosistemas.

Sin embargo, a pesar de su promesa y beneficios potenciales, la implementación de este enfoque se enfrenta a obstáculos regulatorios y reticencias por parte del público. En Chile, por ejemplo, la orina no está autorizada como fertilizante, lo que limita su uso en la agricultura.

A pesar de estos desafíos, el potencial de este enfoque es innegable. Si se superan las barreras regulatorias y se aumenta la conciencia pública sobre los beneficios de utilizar orina como fertilizante, esta innovadora práctica podría desempeñar un papel crucial en la creación de un sistema agrícola más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

En última instancia, la investigación liderada por Dafne Crutchik y su equipo destaca la importancia de la innovación en la agricultura y la necesidad de explorar nuevas formas de utilizar los recursos disponibles para abordar los desafíos del cambio climático y la escasez de recursos naturales.







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