Su trayectoria en los medios de comunicación y su labor social a través de la fundación "Nikauly a todo corazón" demuestran su dedicación a ayudar a los demás y trabajar por el bienestar de su comunidad.
De la Mota hace hincapié en la importancia de mantener principios sólidos y no ceder ante la tentación del transfuguismo político, lo cual considera una vergüenza para el país. Su postura firme y su compromiso con sus convicciones son admirables.
Además, propone medidas concretas para abordar la crisis migratoria haitiana y mejorar las relaciones con el país vecino, como el cierre de los consulados dominicanos en Haití y la implementación de un muro fronterizo. Sus propuestas reflejan su preocupación por los desafíos sociales y políticos que enfrenta la República Dominicana.
En resumen, Nikauly de la Mota emerge como una voz valiente y comprometida en el panorama político dominicano, ofreciendo una visión fresca y centrada en el servicio a la gente.