La aplicación, que cuenta con mil millones de usuarios en todo el mundo, se ha convertido en un actor clave en la economía digital. TikTok afirma haber apoyado el crecimiento de 7 millones de pequeñas y medianas empresas estadounidenses, creando más de 200.000 puestos de trabajo en el proceso, lo que indirectamente contribuye al crecimiento económico y a los ingresos fiscales del gobierno estadounidense.
TikTok ha utilizado estos argumentos para disuadir a los congresistas de votar en su contra, respaldándose en un estudio de impacto realizado por Oxford Economics. Según este estudio, la aplicación es crucial para actividades como la restauración y la cosmética, con un tercio de las empresas estadounidenses dependiendo completamente de TikTok para sus ventas.
Sin embargo, la empresa matriz de TikTok, Bytedance, se enfrenta a desafíos significativos. La posibilidad de que se prohiba la aplicación en Estados Unidos o de que se vea obligada a venderla a compradores estadounidenses plantea preocupaciones sobre su futuro. Si bien existen competidores potenciales como Instagram Shopping o Amazon Inspire, TikTok sigue siendo una fuerza dominante en el mercado de las redes sociales.
Además, las preocupaciones sobre la seguridad y los aspectos sociales de la aplicación están atrayendo la atención de otros países. La Comisión Europea ha iniciado una investigación sobre una nueva función de TikTok que paga a los adolescentes según el tiempo que pasan en la aplicación, lo que podría resultar en su prohibición en toda la Unión Europea.
En resumen, TikTok se aferra al mercado estadounidense debido a su importancia económica y su impacto en la industria de las redes sociales, aunque enfrenta desafíos significativos relacionados con la seguridad y la regulación gubernamental.