Torres afirmó: "Exigimos la destitución del director de prisiones del Nuevo Modelo, Roberto Hernández, quien ha mantenido en silencio lo que pasó en La Victoria (...) donde hay un promedio de 200 personas muertas."
Manifestó su preocupación por las ejecuciones que, según él, han estado ocurriendo, así como por el trato que reciben las mujeres cuando visitan a sus familiares en la cárcel y la presencia de drogas en las mismas.
En relación a las ejecuciones, denunció que en Samaná ejecutaron a tres jóvenes que fueron sacados de la cárcel a las 9:00 de la noche.
Torres también expresó la intención de demandar al director de prisiones, alegando que cuenta con el respaldo de la procuradora, Miriam Germán.
Rafael Alberto Roesindo, uno de los manifestantes, compartió la historia de su hijo, Andy Bladimir Roesindo Tibrey, quien perdió una pierna debido a negligencia de las autoridades después de recibir un disparo en medio de una riña y ser trasladado a Najayo con tres meses de coerción.
"Cuando él decía que le dolía la pierna, le daban sedante, lo sacaban para el hospital, pero no lo medicaban y algunos policías le metían el dedo en la pierna y mi hijo perdió la pierna", lamentó.