Abbott anunció el indulto después de una revisión exhaustiva realizada por la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, la cual recomendó la restauración de todos los derechos civiles de ciudadanía de Perry. El gobernador expresó su agradecimiento a la Junta y respaldó su recomendación, destacando la estricta ley de autodefensa de Texas.
La legislación del estado otorga al gobernador la facultad de conceder indultos tras una recomendación de la Junta de Indultos y Libertad Condicional, cuyos miembros son designados por él. Tras el indulto, Perry fue liberado de la custodia del Departamento de Justicia Penal de Texas. Su abogado, Doug O'Connell, comentó que su cliente está emocionado y agradecido por su liberación.
Los abogados de Perry argumentaron que su cliente actuó en defensa propia, ya que Foster estaba armado con un AK-47, legal en Texas. Aunque los testigos no vieron a Foster levantar su arma, los fiscales presentaron mensajes en redes sociales donde el atacante hablaba sobre matar manifestantes, lo que generó un debate sobre las circunstancias del incidente.