El estado de Fico se describe como "extremadamente grave" y la intervención quirúrgica ha durado más de tres horas y media. Kalinak expresó la esperanza de que la combinación de la buena constitución del primer ministro y la medicina moderna resulten en una recuperación exitosa.
Fico sufrió un "politrauma", con cinco disparos que afectaron a varios órganos y pusieron en peligro su vida. El ataque se considera un atentado con motivaciones políticas, relacionado con "una incapacidad de aceptar la voluntad de parte de la sociedad", según Kalinak.
El presunto tirador, Juraj Cingula, de 71 años, fue detenido y llevado a comisaría. Durante su traslado, expresó descontento con la política del Gobierno y mencionó el ataque a la radiotelevisión pública RTVS como motivo.
El líder de la oposición, Michal Simecka, condenó el atentado y canceló eventos públicos, incluida una protesta contra el proyecto de ley de RTVS. Fico, conocido por su política controvertida y polarizadora, ha sido criticado por medidas que la oposición considera un intento de consolidar su poder y restringir la libertad de prensa.
El atentado se produce en un contexto de polarización en Eslovaquia, con protestas contra decisiones del Gobierno de izquierda nacionalista y ultraderecha. La situación política se vuelve aún más tensa con el debate parlamentario sobre la abolición de RTVS y una nueva ley sobre ONGs.