La hija de Baker, Natalie, y su marido, Davy Lloyd, se encontraban en el país ejerciendo como misioneros cuando fueron atacados por una banda armada.
La pérdida de la hija y el yerno del legislador Ben Baker ha conmocionado a la comunidad, mostrando la brutalidad de la situación en Haití. El llamado de Donald Trump a encontrar a los responsables resalta la urgencia de abordar la violencia rampante en el país.
La decisión del Gobierno interino de prorrogar el toque de queda y el estado de emergencia refleja la gravedad de la situación de seguridad en Haití. La llegada de una misión multinacional liderada por Kenia, respaldada por la ONU, es un paso importante para abordar esta crisis y restaurar la estabilidad en el país.
La tragedia de Natalie y Davy es un recordatorio sombrío de los riesgos que enfrentan los misioneros y los ciudadanos en un entorno tan peligroso. Esperamos que su sacrificio no sea en vano y que su memoria inspire un cambio positivo en Haití.