Marion Graeffly, cofundadora de TeleCoop, destaca la importancia de mantener las comunicaciones sin depender exclusivamente de los dispositivos móviles. Se plantea ubicar estas cabinas frente a escuelas y colegios para facilitar la comunicación entre padres e hijos, así como en zonas donde la precariedad económica dificulte el acceso a la telefonía móvil.
Adrien Montagut, cofundador de Commown, resalta la utilidad de estas cabinas en situaciones de emergencia, como cortes de luz, donde los teléfonos móviles pueden quedar inoperativos debido a la falta de electricidad. La tecnología utilizada permitirá que estas cabinas sean replicadas en otros lugares, fomentando su uso en diferentes comunidades.
El proyecto prevé la aparición de estas cabinas telefónicas en Estrasburgo a partir de 2025, una vez asegurada la financiación necesaria. Se planea lanzar un prototipo en junio de 2024 con la esperanza de que su éxito impulse su implementación en otras localidades, promoviendo así una forma alternativa y sostenible de comunicación en la era digital.