El presidente electo de Panamá José Raúl Mulino celebra frente a sus seguidores este domingo, en la Ciudad de Panamá (Panamá) EFE/ Bienvenido VelascoEn su respuesta, Mulino expresó su agradecimiento por los resultados y asumió la responsabilidad con humildad, reconociendo los obstáculos enfrentados durante una campaña "dificilísima". Mulino, quien encabezaba el partido Realizando Metas (RM), se enfrentó a una competencia diversa que incluía a Ricardo Lombana, Martín Torrijos y Rómulo Roux.
Mulino había sido designado como candidato presidencial a última hora por el Tribunal Electoral, sustituyendo a Martinelli, quien se encuentra asilado en la Embajada de Nicaragua después de ser inhabilitado por corrupción. Martinelli había expresado públicamente su apoyo a Mulino y su confianza en que lideraría Panamá hacia un futuro próspero.
El ascenso de Mulino representa la continuación de la influencia política de Martinelli en el país. Ambos compartieron un emotivo abrazo en la embajada antes de las elecciones, reflejando la estrecha relación entre mentor y pupilo. Mulino, un político con experiencia previa como ministro durante la administración de Martinelli, prometió retomar los éxitos económicos y las políticas de desarrollo de su predecesor.
El camino hacia la presidencia no fue fácil para Mulino, enfrentando desafíos legales y críticas durante la campaña. Sin embargo, su victoria electoral confirma la confianza del pueblo panameño en su liderazgo y su visión para el futuro del país. En un gesto de unidad y respeto por la ley, Mulino ha declarado públicamente su intención de apoyar a Martinelli dentro de los límites legales establecidos, demostrando su compromiso con el estado de derecho y la estabilidad institucional de Panamá.