Una mujer toca ayer la pared con los nombres de soldados israelíes fallecidos en el sitio conmemorativo en Latrun, Israel.Benjamin Netanyahu, Primer Ministro de Israel, declaró durante la celebración del Día del Recuerdo que la guerra de independencia de su país aún no ha terminado y que están decididos a ganarla.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió contra una ofensiva en Rafah, argumentando que no lograría eliminar a Hamás y solo causaría caos y enormes daños a la población civil. A pesar de esto, Netanyahu amenazó con lanzar una gran ofensiva terrestre en Rafah para atacar a los últimos batallones de Hamás.
Los enfrentamientos se han registrado en diferentes sectores de Gaza, incluyendo Zeitun y Jabalia, además de Rafah. Aproximadamente 300.000 palestinos fueron evacuados del este de Rafah la semana pasada, según el ejército israelí.
Los habitantes que permanecen en Rafah describen la ciudad como un lugar fantasma, con muchos intentando huir en busca de refugio en otras partes de Gaza. Hamás acusó a Israel de intentar descarrilar las conversaciones sobre una tregua y la liberación de rehenes con su ofensiva en Rafah.
La guerra entre Israel y Hamás comenzó tras un ataque de milicianos de Hamás en el sur de Israel en octubre pasado, lo que desató una serie de intensos bombardeos y una ofensiva terrestre que devastó Gaza y causó un desastre humanitario. Ambos bandos han sufrido un alto número de bajas, en su mayoría civiles, y la situación en Gaza es crítica debido a la falta de combustible para los hospitales y otros servicios esenciales.