
Fico lidera la formación de izquierda Smer, suspendida por los Socialistas Europeos debido a su coalición con la ultraderecha, y su regreso al poder en octubre pasado estuvo marcado por un discurso nacionalista, prorruso y antiinmigración, similar al del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
A pesar de sus inicios con posiciones socialdemócratas, Fico ha experimentado un cambio significativo en sus posturas políticas desde que se vio obligado a renunciar en 2018 tras el asesinato del periodista Jan Kuciak, quien investigaba vínculos entre el crimen organizado y el poder político.
Durante la pandemia, Fico, ya en la oposición, cuestionó las restricciones impuestas por el Gobierno y expresó dudas sobre la efectividad de las vacunas, adoptando posturas cada vez más ultranacionalistas y anti-UE.
Su retorno al poder ha estado marcado por polémicas reformas, como el cierre de la Fiscalía Anticorrupción y la intención de clausurar la radio televisión pública, lo que ha provocado protestas multitudinarias y ha generado críticas por parte de la oposición, que lo acusa de intentar consolidar su poder y restringir la libertad de prensa.
El estilo agresivo de Fico ha contribuido, según analistas, a un declive en la confianza pública en las instituciones y ha exacerbado la polarización en la sociedad eslovaca.
Con una retórica similar a la de Orbán, Fico se ha opuesto a las cuotas de reparto de refugiados en la Unión Europea, ha dejado de proporcionar ayuda militar a Kiev y ha criticado las sanciones contra Rusia.
Fico, de 59 años, comenzó su carrera política en el Partido Comunista Checoslovaco y fundó el partido Smer en 1999, convirtiéndose en una fuerza dominante en la política eslovaca y una figura central en el panorama político europeo.
Firma: Alfonso Alvarez, LasPalomasTV.com