El caso de Ana Karina Ramos Corniel ha conmocionado a la comunidad de Pedro Brand y a toda la República Dominicana. Los hechos ocurrieron el 10 de junio, cuando Eduardo Antonio Guerra García, un vigilante de 41 años, abordó a Ana Karina en el kilómetro 32 de la Autopista Duarte, mientras realizaba funciones de vigilancia para la empresa Claro. Guerra García preguntó a Ana Karina por sus servicios sexuales, acordando un pago de RD$1,500. Posteriormente, ambos se dirigieron a una casa donde el vigilante residía.
En el sótano de la vivienda, después de mantener relaciones sexuales, Guerra García reclamó a Ana Karina por una suma de RD$20,000. Este reclamo desató una violenta agresión: Guerra García le disparó a Ana Karina con una escopeta, además de propinarle múltiples heridas con un arma blanca. Creyéndola muerta, la arrojó a una cañada cercana.
El 11 de junio, Ana Karina fue descubierta en estado agónico por Aníbal Guzmán, quien inmediatamente alertó al Sistema de Emergencia 911. Fue trasladada al Hospital Vinicio Calventi, donde sigue en recuperación.
Ana Karina, al recuperar la conciencia, identificó a Guerra García como su agresor. Los informes médicos detallan las severas heridas que sufrió, incluyendo una infección con miasis (gusanos) en diversas partes del cuerpo.
Guerra García fue arrestado el 12 de junio en Villa Mella. En el lugar de los hechos, la Policía encontró la escopeta desmantelada y otros elementos vinculados al crimen. La jueza del juzgado de Atención Permanente de Santo Domingo Oeste impuso tres meses de prisión preventiva a Guerra García en la cárcel de La Victoria. Los familiares de Ana Karina esperan que el juicio concluya con una condena máxima para el agresor.
Este caso ha puesto de manifiesto la brutalidad de la violencia que puede sufrir una persona y la urgente necesidad de justicia para las víctimas.