Es increíble ver cómo, a pesar de las dificultades, mantiene viva su aspiración de fundar su propia empresa constructora. Su fuerza de voluntad y su deseo de superarse a pesar de las circunstancias adversas son ejemplos admirables de perseverancia y optimismo.
El apoyo que ha recibido de su familia, su esposa, su comunidad y el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores es fundamental en su proceso de recuperación y reconstrucción. Es reconfortante ver cómo la solidaridad y la compasión pueden marcar una diferencia significativa en momentos difíciles.
Sin duda, Wagner Hernández enfrentará desafíos por delante, pero con su determinación y el apoyo de sus seres queridos y comunidad, estoy seguro de que logrará alcanzar sus metas y seguir adelante con valentía y resolución.