En el dinámico mundo de los negocios actuales, la Inteligencia Artificial (IA) emerge como una herramienta fundamental para la monetización de datos, especialmente en áreas clave como la publicidad, la banca y el sector asegurador. Fernanda Benhami, experta en este campo y jefa de soluciones de Martech e Inteligencia de Clientes para Latinoamérica en SAS, destaca cómo la IA puede transformar la forma en que las empresas gestionan y utilizan la información para mejorar sus estrategias comerciales.
Desde su sede en Carolina del Norte, Estados Unidos, Benhami subraya la importancia de aprovechar algoritmos matemáticos avanzados para analizar datos provenientes de diversas fuentes. Este enfoque no solo permite a las empresas identificar el momento óptimo para interactuar con sus clientes, sino que también facilita la personalización de las experiencias comerciales, aumentando así las tasas de conversión y la fidelización de los clientes.
En el contexto caribeño y centroamericano, SAS ha colaborado estrechamente con empresas de telecomunicaciones y otros sectores, utilizando técnicas de analítica avanzada para optimizar sus operaciones y estrategias de mercado. En República Dominicana, por ejemplo, la implementación de soluciones de IA ha mostrado resultados prometedores, impulsando la captura de datos, la creación de perfiles detallados de clientes y la personalización de ofertas comerciales.
Uno de los desafíos actuales radica en la ética y la responsabilidad en el manejo de los datos capturados. Benhami enfatiza la importancia de obtener el consentimiento adecuado de los clientes para el uso de sus datos y de garantizar que la experiencia del cliente se base en la confianza mutua. Esto no solo fortalece la relación empresa-cliente, sino que también asegura el cumplimiento de normativas de protección de datos y previene posibles problemas de privacidad.
En conclusión, la capacidad de las empresas para adaptarse y utilizar eficazmente la analítica y la IA será crucial para mantenerse competitivas en un entorno comercial cada vez más digitalizado. Al enfocarse en la calidad de los datos, la personalización de las estrategias y el cumplimiento ético, las organizaciones pueden no solo mejorar sus resultados financieros, sino también fortalecer su posición en el mercado global.