El exprocurador Jean Alain Rodríguez.En este sentido, Rodríguez argumentó que, aunque se le acusaba de recibir contribuciones de campaña, había otras personas encargadas de manejar esos aspectos políticos mientras él ocupaba el cargo de procurador. Además, refutó las acusaciones de soborno, sosteniendo que todos los proveedores habían ganado las licitaciones con las ofertas más económicas, y que no existían pruebas que respaldaran dichas acusaciones en el expediente.
Asimismo, negó rotundamente las imputaciones de enriquecimiento ilícito y lavado de activos, presentando pruebas contundentes para respaldar su posición. Afirmó que las propiedades que poseía habían sido adquiridas de manera transparente y oficial antes de ocupar su posición, y que contaba con documentación que demostraba la legalidad de sus adquisiciones.
En cuanto al proceso judicial en sí, Rodríguez lo calificó como vengativo y violatorio de los derechos humanos y del debido proceso. Mencionó más de 30 incidentes planteados que, según él, invalidaban la acusación en su contra debido a presuntas violaciones procesales. También destacó el respaldo que había recibido por parte del Consejo Superior del Ministerio Público, el cual aprobó y ratificó sus acciones durante los años en que ejerció como procurador.
Además de su defensa legal, Rodríguez expresó su decepción y desilusión por las personas a las que había ayudado en el pasado y que, según él, lo habían traicionado al implicarlo en la acusación para salvarse. Esta declaración sugiere un sentido de traición personal y una percepción de ingratitud por parte de aquellos a quienes había apoyado previamente.
En resumen, la intervención de Jean Alain Rodríguez durante la audiencia preliminar del caso Medusa fue una vigorosa defensa de su inocencia, respaldada por argumentos legales detallados y una denuncia de presuntas irregularidades en el proceso judicial en su contra.