Si el país no cambia esta trayectoria pronto, el Estado se verá cada vez más limitado para invertir en infraestructura pública y en formación de capital humano.República Dominicana ha experimentado un crecimiento acelerado en las últimas décadas, con una tasa promedio anual del 5%. Sin embargo, este crecimiento ha estado acompañado de déficits fiscales recurrentes y un aumento en el endeudamiento público. Como consecuencia, el pago de intereses de la deuda del sector público no financiero ha incrementado del 18% de los ingresos tributarios en 2013 al 22% en 2023.
Si el país no modifica esta trayectoria pronto, el Estado enfrentará limitaciones cada vez mayores para invertir en infraestructura pública y en la formación de capital humano, dos elementos esenciales para sostener y potenciar el crecimiento observado hasta ahora a mediano y largo plazo.
La buena noticia es que República Dominicana tiene la capacidad de revertir esta situación. Para lograrlo, es crucial implementar una reforma fiscal integral que permita aumentar los ingresos tributarios, actualmente entre los más bajos de América Latina y el Caribe y por debajo del promedio de la OCDE. Al mismo tiempo, se deben establecer bases legales e institucionales sólidas para garantizar la sostenibilidad y eficiencia del gasto público en el futuro.
Incrementar la recaudación tributaria requerirá reducir el tamaño del gasto tributario y abordar los altos niveles de incumplimiento. En República Dominicana, el gasto tributario alcanza el 4.6% del PIB en 2024, y podría reducirse mediante la revisión de exenciones, como las aplicadas al ITBIS para personas físicas, que beneficien principalmente a los estratos de mayor poder adquisitivo. Estas medidas podrían ir acompañadas de mecanismos compensatorios para proteger a los hogares de menores ingresos.
Además, es necesario reducir la informalidad y simplificar la legislación tributaria, lo cual facilitaría la fiscalización y reduciría los costos de cumplimiento para empresas y personas físicas. Esto fortalecería la efectividad de la administración tributaria y contribuiría a una mayor equidad fiscal.
Desde la perspectiva de la sostenibilidad fiscal y la eficiencia del gasto público, República Dominicana ha avanzado con iniciativas significativas, como la propuesta de Ley de Responsabilidad Fiscal y la implementación de un presupuesto plurianual orientado a resultados. Es crucial implementar estas iniciativas rápidamente para asegurar un impacto positivo en el desarrollo del país.
Finalmente, para promover un crecimiento más equitativo y sostenible que mejore la calidad de vida de su población, República Dominicana debe reducir la rigidez presupuestaria y eliminar asignaciones establecidas por leyes especiales que limiten la asignación flexible de recursos.
Ariel Zaltsman, especialista líder en gestión fiscal del Banco Interamericano de Desarrollo en República Dominicana, reafirma el compromiso del BID de apoyar al país en esta importante agenda de fortalecimiento de las finanzas públicas.
Fuente: Ariel Zaltsman, Banco Interamericano de Desarrollo