Restos de la embarcación donde se encontraron las osamentasLa ONG Caminando Fronteras, que ha estado rastreando el caso, logró confirmar que el cayuco había salido el 22 de enero de Nuakchot, la capital mauritana, con destino a las islas Canarias. El barco, que debía haber llegado en cuestión de días, fue reportado como desaparecido en el mar desde finales de enero. Los parientes de los migrantes han identificado algunos de los cuerpos gracias a los documentos de identidad encontrados con ellos.
El viaje mortal de estas embarcaciones se ve intensificado por las difíciles condiciones en alta mar, donde la falta de agua potable y la escasez de suministros suelen llevar a la muerte de los ocupantes. La ONG destaca que los supervivientes a menudo se ven obligados a arrojar al mar a los muertos para mantener el espacio y los recursos a bordo.
Además, las corrientes oceánicas han arrastrado anteriormente cayucos a lugares tan lejanos como Brasil, donde también se encontraron restos de embarcaciones similares. La crisis migratoria hacia las islas Canarias sigue en aumento, con más de 22,000 llegadas registradas entre enero y agosto de 2024, lo que representa un incremento significativo en comparación con el año anterior.
Este hallazgo subraya la urgencia de abordar las rutas migratorias peligrosas y el impacto de las políticas migratorias en los países de origen. La información sobre los cayucos perdidos y las víctimas de la migración es crucial para comprender la magnitud de esta tragedia humana y la necesidad de respuestas más efectivas y humanas.
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