Un hombre mira las olas en el malecón tras el paso de huracán Beryl en Santo Domingo el 2 de julio de 2024.La temporada ciclónica de 2024 ha sido particularmente activa, con la formación de cuatro tormentas tropicales con nombre: Beryl, Alberto, Chris y Ernesto. Estos fenómenos, aunque conocidos por su potencial destructivo, comienzan su ciclo de vida como perturbaciones tropicales antes de evolucionar en poderosos huracanes.
Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, un ciclón tropical es un sistema de baja presión que se forma sobre aguas cálidas. El proceso de evolución de un ciclón tropical comienza con una perturbación tropical, caracterizada por una masa de nubes y tormentas eléctricas sin una circulación cerrada.
Cuando una perturbación tropical desarrolla una circulación cerrada y los vientos máximos sostenidos en superficie alcanzan hasta 39 millas por hora (34 nudos o 17 metros por segundo), se convierte en una depresión tropical. En esta fase, el sistema comienza a organizarse, pero sus vientos aún no son lo suficientemente fuertes como para ser clasificados como tormenta.
Al intensificarse los vientos y superar las 39 millas por hora (entre 64 a 117 kilómetros por hora), el sistema se transforma en una tormenta tropical. Es en esta etapa cuando recibe un nombre oficial, facilitando su seguimiento por parte de meteorólogos y el público en general.
Finalmente, si los vientos del ciclón alcanzan las 74 millas por hora (119 kilómetros por hora), el sistema es clasificado como un huracán en el Atlántico o el Pacífico Oriental, o como un tifón en el Pacífico Occidental. Estos fenómenos son conocidos por su capacidad de causar daños devastadores, tanto por sus fuertes vientos como por las intensas lluvias que provocan.
La Historia de los Nombres de los Ciclones
La práctica de nombrar ciclones tropicales ha evolucionado con el tiempo. Antes del siglo XX, los huracanes eran nombrados de manera informal, basándose en fiestas de santos, nombres de barcos o incluso políticos impopulares. Fue en 1950 cuando el Centro Nacional de Huracanes comenzó a utilizar un sistema oficial de nombres, primero empleando nombres en clave y luego nombres femeninos. En 1979, la Organización Meteorológica Mundial asumió la responsabilidad de la denominación, alternando entre nombres masculinos y femeninos.
Actualmente, se utilizan seis listas de nombres que rotan cada año. Si una tormenta es especialmente destructiva, su nombre se retira permanentemente para evitar confusiones en el futuro. Ejemplos recientes de nombres retirados incluyen Harvey, Irma, María y Nate, tras la devastadora temporada de huracanes de 2017.
Actual Temporada Ciclónica
Hasta ahora, en la temporada de huracanes de 2024 en la cuenca atlántica, se han formado cuatro tormentas tropicales con nombre: Beryl, Alberto, Chris y Ernesto. Beryl, en particular, se destacó al convertirse en el primer huracán de categoría 5 de la temporada, causando daños significativos en el Caribe, México y partes de Estados Unidos.
Ante la actividad inusual de la temporada, la Universidad Estatal de Colorado aumentó su pronóstico a 25 tormentas con nombre, de las cuales 12 se espera que alcancen la fuerza de huracán y seis se convertirían en huracanes importantes. Este ajuste responde a la formación temprana de huracanes como Beryl y a las condiciones favorables para el desarrollo de ciclones tropicales en la región.
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