La Industria Militar, una iniciativa del Ministerio de Defensa (MIDE), ha logrado generar un ahorro significativo del 35% en los costos de producción de uniformes militares, al confeccionar estas prendas directamente en sus fábricas ubicadas en Bonao y San Cristóbal. Esta medida no solo ha reducido los gastos, sino que también ha garantizado la alta calidad de la indumentaria utilizada por las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas.
Desde su creación en 2019, mediante la Ordenanza 16, la Industria Militar se ha consolidado como un pilar fundamental para el Ministerio de Defensa. A la semana, la fábrica de Bonao produce entre 800 y 850 uniformes completos para el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, superando la meta inicial de 700 trajes. Este esfuerzo es liderado por un equipo de 75 personas, mayormente civiles residentes en la zona, bajo la supervisión del coronel piloto Randy de los Santos Pulinario.
El general de brigada piloto Emmanuel Soufront, actual director general de la Industria Militar, ha expandido las operaciones de la institución, extendiendo la confección de uniformes a otras entidades gubernamentales, como el Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio de Educación, así como a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD). Además, la fábrica de San Cristóbal, dirigida por el teniente coronel Valentin Tejeda, ha jugado un papel crucial en el suministro de vestimentas para diversas instituciones, incluyendo la fabricación de trajes para bandas de música y bomberos.
La fabricación de los uniformes sigue un proceso riguroso que garantiza su durabilidad y funcionalidad en el campo. La tela utilizada, conocida como ripstop, es importada desde la República Popular China y patentada por las fuerzas armadas para evitar su plagio. Cada prenda pasa por 72 operaciones de costura, que incluyen detalles como bolsillos especiales y ajustadores.
Desde diciembre de 2023 hasta abril de 2024, se confeccionaron más de 20,000 chamacos en las plantas de Bonao y San Cristóbal, un testimonio del compromiso y eficiencia de la Industria Militar. Este esfuerzo no solo fortalece las capacidades operativas del Ministerio de Defensa, sino que también contribuye al desarrollo socioeconómico de las comunidades donde se ubican las fábricas.
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