En una rueda de prensa virtual realizada este jueves, María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, desestimó las propuestas recientes de Brasil sobre la crisis política en Venezuela. Machado rechazó la sugerencia de celebrar nuevas elecciones y la de formar un Gobierno de coalición, afirmando que los resultados de las presidenciales que dieron la victoria a Nicolás Maduro están viciados por fraude.
Machado, quien habló con medios en Argentina y Chile, subrayó que a pesar de las condiciones adversas y el fraude que, según ella, se registró durante las elecciones, la oposición logró obtener una victoria significativa. "Las elecciones tuvieron lugar y la sociedad venezolana se expresó en condiciones muy adversas, donde hubo fraude y aun así logramos ganar", afirmó Machado.
La líder opositora cuestionó las propuestas internacionales de revisar el resultado electoral, comparándolas con un hipotético nuevo proceso en otros países. "¿Aceptarían ustedes que se llamara a otra elección en sus respectivos países si los resultados no fueran de su agrado? ¿Si esta es una decisión que se va a tomar en una mesa, para qué la hicieron en primer lugar?", se preguntó Machado.
En la conferencia, Machado insistió en que las elecciones deben ser definidas por los votos y no por acuerdos de cúpulas. Aseguró que el candidato opositor Edmundo González Urrutia obtuvo una "victoria monumental" con 7,3 millones de votos, casi el 84% de las actas, en contraste con los 3,3 millones de votos que, según ella, recibió Maduro.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, había propuesto dos soluciones para la crisis postelectoral: la formación de un Gobierno de coalición que incluyera tanto al chavismo como a la oposición, o la celebración de nuevos comicios. Esta propuesta fue apoyada por el presidente estadounidense Joe Biden, pero rechazada por el Gobierno de México. El presidente colombiano, Gustavo Petro, sugirió un "frente nacional" similar al modelo histórico de su país.
Machado también expresó reservas sobre la formación de un Gobierno de coalición, advirtiendo que en Venezuela se deben considerar las diferencias entre los contextos políticos de otros países y la realidad venezolana, marcada por graves problemas democráticos y criminales. Además, aseguró que su agrupación está dispuesta a ofrecer "incentivos y salvaguardas" a los oficialistas que deseen participar en una transición democrática, pero que el régimen actual ha mostrado resistencia a negociar.
La crisis en Venezuela sigue siendo un punto de fricción entre la oposición y la comunidad internacional, que continúa buscando soluciones para una resolución pacífica y democrática.
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