Historia y Contexto
La mpox no es una enfermedad nueva. El primer caso humano confirmado data de 1970 en la RDC, donde el virus fue aislado en un niño. Aunque la enfermedad suele ser leve, puede resultar grave en algunos casos. La preocupación actual radica en la posibilidad de que los viajes internacionales puedan facilitar la propagación del virus.
El virus causante de la mpox pertenece al género Orthopoxvirus dentro de la familia Poxviridae, que incluye otros virus como el de la viruela y el de la vaccinia. Aunque se desconoce el reservorio animal específico, se sospecha que los roedores africanos podrían jugar un papel en la transmisión.
Epidemiología y Transmisión
Desde su primer caso humano, la mpox ha sido reportada principalmente en África central y occidental, con la mayoría de los casos ocurriendo en la RDC. La enfermedad ha llegado a otros países a través de viajes internacionales o animales importados. En 2003, se produjo un brote en Texas, EE.UU., asociado a un envío de animales desde Ghana.
El virus se transmite a través del contacto con personas, animales infectados o superficies contaminadas. La transmisión de persona a persona ocurre principalmente por inhalación de gotitas respiratorias grandes. Las investigaciones están en curso para entender mejor los mecanismos de transmisión y detectar posibles nuevas vías de propagación.
Síntomas y Complicaciones
Los síntomas iniciales de la mpox son similares a los de la gripe e incluyen fiebre, dolor de cabeza y malestar general. Después de una o dos semanas, aparece un sarpullido que se transforma en ampollas llenas de pus, generalmente en las extremidades, cabeza o torso. Los síntomas suelen durar de dos a cuatro semanas y las lesiones suelen formar costras en 14 a 21 días. Aunque la mpox suele ser poco frecuente y no mortal, la forma del virus que circula actualmente tiene una tasa de mortalidad inferior al 1%, en comparación con la versión más grave que mata alrededor del 10% de los infectados.
Vacunas y Tratamientos
El tratamiento de la mpox se centra en aliviar los síntomas, ya que no existen tratamientos específicos para curar la infección. La vacuna contra la viruela, como Imvamune o Imvanex, ha demostrado ser efectiva para prevenir la mpox y reducir la severidad de los síntomas. Se recomienda la vacunación especialmente para quienes han estado expuestos al virus. La vacunación post-exposición también puede reducir la gravedad de la enfermedad.
La preocupación de los funcionarios de salud radica en el posible aumento de casos y la propagación del virus a nuevas áreas, especialmente con el incremento de los viajes internacionales. La vigilancia y las medidas de prevención, como la vacunación y el control de la transmisión, son fundamentales para manejar este brote y prevenir futuros casos.
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