Edmundo González Urrutia, el opositor venezolano que recientemente se exilió en España tras las disputadas elecciones del 28 de julio, hizo un llamado al diálogo en una carta dirigida a sus compatriotas. Desde Madrid, el líder opositor expresó su compromiso de seguir luchando por el cambio en Venezuela, afirmando que tomó la decisión de irse al exilio "pensando en Venezuela y en que nuestro destino como país no puede, no debe ser, el de un conflicto de dolor y sufrimiento".
González Urrutia, quien se encontraba en la clandestinidad desde finales de julio y pasó un tiempo en la embajada de los Países Bajos en Caracas antes de trasladarse a la española, dejó claro que "solo la política del diálogo puede hacernos reencontrarnos", e instó a los venezolanos a construir "una etapa nueva" para el país.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, confirmó que González Urrutia solicitará asilo en España, el cual se le concederá "por supuesto". Albares también enfatizó que la postura de Madrid sigue siendo la de no reconocer la reelección de Nicolás Maduro, que ha sido objeto de denuncias por fraude.
La lucha desde el exilio
A pesar de su salida del país, González Urrutia reafirmó su compromiso con la "lucha por la libertad y la recuperación de la democracia" en Venezuela, y su equipo de prensa aseguró que no hablará con los medios hasta reunirse con el presidente español Pedro Sánchez y Albares.
Varios líderes internacionales han reaccionado a la partida de González. Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, afirmó que el opositor exiliado "sigue siendo la mejor esperanza para la democracia en Venezuela". Por su parte, el gobierno colombiano subrayó la importancia del acuerdo entre España y Venezuela para garantizar el asilo político de González.
Crisis electoral y represión
El contexto de la salida de González se enmarca en la crisis política y social desencadenada tras las elecciones del 28 de julio, en las que Nicolás Maduro fue declarado vencedor para un tercer mandato. La oposición, liderada por González Urrutia, ha denunciado fraudes en los comicios, y la autoridad electoral venezolana aún no ha presentado el escrutinio detallado.
El tribunal de Venezuela emitió una orden de arresto contra González por "desobediencia de leyes" y "conspiración", entre otros cargos, mientras que el fiscal general Tarek William Saab calificó su partida como "el final de una comedia". La crisis postelectoral ha dejado 27 muertos, 192 heridos y más de 2.400 detenidos en las protestas que estallaron en todo el país.
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