La riqueza arquitectónica que define el perfil urbano de Puerto Plata fue inventariada en 1976, por el norteamericano Robert S. Gamble, junto al doctor José Augusto PuigA pesar de los notables esfuerzos individuales para preservar el patrimonio arquitectónico de Puerto Plata, la ciudad enfrenta un balance negativo con el deterioro y caída de muchos de sus inmuebles históricos. La riqueza arquitectónica que define el perfil urbano de Puerto Plata, catalogada en 1976 por el norteamericano Robert S. Gamble y el doctor José Augusto Puig, sigue siendo un punto focal de conservación, pero solo una fracción de las edificaciones originales permanece en pie.
El inventario realizado en 1976 identificó 340 edificios y conjuntos de edificios como dignos de ser preservados, de los cuales 100 fueron calificados de valor excepcional. Sin embargo, con el paso del tiempo, muchas de estas edificaciones han desaparecido debido a incendios, deterioro o remodelaciones que han sustituido la arquitectura histórica por estructuras modernas.
La ciudad enfrenta desafíos significativos, con varias casas emblemáticas amenazadas de colapso, como la ubicada en la calle 12 de julio, frente al parque Luperón, y otras viviendas en la esquina de las calles Duarte con Emilio Prud’homme, Mella y la antigua Clínica del doctor Antonio Vásquez Paredes. Estos edificios, algunos de los cuales han albergado instituciones educativas y centros de salud, están en avanzado estado de deterioro y representan un peligro para los transeúntes.
A pesar del riesgo, han habido esfuerzos notables en la conservación de ciertos edificios históricos. Entre ellos destacan la restauración de la glorieta del parque central en 1983, la de la antigua Sociedad Fe en el Porvenir en 1992, y la casa del general Gregorio Luperón, convertida en museo. La restauración de la casa de don Natty Miller y la reconstrucción del antiguo edificio de correos por los esposos José Natalio Refondo y Lenina Abreu de Redondo son ejemplos recientes de iniciativas para preservar el patrimonio arquitectónico de Puerto Plata.
Un Llamado a la Acción
El estudio de Gamble y Puig advirtió en su momento sobre el riesgo de perder el carácter tradicional de la ciudad, un aspecto crucial para atraer el turismo que busca no solo sol y playa, sino también un valor cultural. Aunque muchas casas del inventario original han sido reemplazadas o han caído en desuso, aún hay oportunidades para recuperar parte del esplendor de la ciudad vieja.
Puerto Plata sigue conservando elementos arquitectónicos que le dan un carácter único, con estilos antillano, victoriano y neoclásico predominantes. El reto ahora es balancear el desarrollo moderno con la preservación de su rica herencia histórica. Es crucial que tanto las autoridades locales como los ciudadanos continúen trabajando juntos para proteger y restaurar estos tesoros arquitectónicos, asegurando que la ciudad mantenga su identidad y atractivo cultural para las generaciones futuras.
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