Elizabeth Silverio, quien fue condenada a siete años de prisión por el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, fue hallada culpable de ejercer la medicina sin las debidas cualificaciones y por estafa. Las juezas basaron su decisión principalmente en pruebas testimoniales que demostraron que Silverio exhibía diplomas universitarios falsos, afirmando tener estudios en neurociencia, entre otras especialidades.
Los testigos declararon haberla visto vestida con un uniforme que la identificaba como "neurocientífica", mientras que los diplomas exhibidos en su consultorio no pudieron ser verificados por las instituciones académicas que supuestamente los emitieron. Además, el tribunal señaló que Silverio utilizaba un sello con su nombre y un exequátur inexistente, con el cual pretendía legitimar su falsa calidad de médica para atender a menores con trastornos del espectro autista en el centro pedagógico Kogland.
El tribunal también consideró los informes de evaluación de menores elaborados por Silverio, en los que firmaba como doctora y diagnosticaba grados del espectro autista, lo que llevó a su condena por estafa según el artículo 405 del Código Procesal Penal y la Ley General de Salud.
Silverio cumplirá su condena en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres y deberá indemnizar a las familias afectadas con dos millones de pesos a cada una de las nueve partes querellantes.
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