El pago, que aún está sujeto a la aprobación de un juez federal, sería uno de los mayores acuerdos de demandas en la historia del FBI. Además del acuerdo financiero, el FBI se ha comprometido a ofrecer a las demandantes la oportunidad de continuar su entrenamiento y asegurarles una colocación en una de sus tres oficinas de campo preferidas, siempre y cuando aprueben el entrenamiento. También se realizará una revisión externa para garantizar que las evaluaciones a las mujeres sean justas.
David J. Shaffer, abogado de las mujeres, afirmó que el caso ayudará a generar cambios importantes dentro de la institución. Paula Bird, una de las principales demandantes, señaló que aunque la experiencia ha sido desilusionante, está complacida con que el acuerdo traiga una medida de justicia para las mujeres despedidas injustamente.
Este acuerdo llega en un contexto de múltiples acusaciones de conducta sexual inapropiada dentro del FBI, incluyendo casos que involucraron a altos funcionarios de la oficina. En respuesta, el FBI implementó una serie de reformas para combatir la mala conducta y apoyar a las víctimas.
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