
La ONG "Colectivo Nicaragua Nunca Más" denunció en un informe este jueves que la Iglesia Católica en Nicaragua enfrenta la peor represión de su historia bajo el gobierno de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo. La organización reporta encarcelamientos, destierros y desnacionalizaciones de líderes religiosos en una campaña que califica como crímenes de lesa humanidad.
El informe, titulado "Seis años de represión a la libertad religiosa en Nicaragua, cronología de abusos y violaciones a los derechos humanos contra integrantes de las Iglesias (2018-2024)", detalla cómo el Estado nicaragüense persigue a la Iglesia Católica y otras expresiones religiosas en un contexto que supera los niveles de represión de épocas de conflicto armado.
Desde el estallido de las protestas en 2018, la Iglesia Católica se convirtió en blanco del régimen Ortega-Murillo, culminando en lo que el Colectivo define como una "política represiva sin precedentes", en la que se han encarcelado a 74 religiosos, de los de los cuales 63 han sido desterrados, y 35 han perdido su nacionalidad.
La ONG señala que el gobierno ha cometido crímenes de lesa humanidad contra los religiosos, como deportación forzada, encarcelamiento, tortura y persecución. El informe sostiene que esta documentación será fundamental en futuros procesos de justicia, tanto en Nicaragua como en otras jurisdicciones internacionales.
Aparte de la violencia directa, la represión incluye prohibiciones de actividades religiosas públicas, la vigilancia de parroquias y el cierre de medios de comunicación y organismos de asistencia social y educativa de la Iglesia. Para el Colectivo, la intención del gobierno es ejercer control total sobre la sociedad, atacando incluso la libertad de conciencia.
La relación entre la Iglesia y el gobierno sigue deteriorándose, caracterizada por la expulsión de sacerdotes, la prohibición de actos religiosos y la suspensión de relaciones diplomáticas, lo que confirma la decenas.