La candidata presidencial demócrata y vicepresidenta Kamala Harris habla en Rochester, y el candidato presidencial republicano y expresidente Donald Trump habla el 19 de agosto de 2024, en York.Más de 200 millones de votantes están llamados a las urnas para las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, pero el resultado puede depender de tan solo unos decenas o cientos de miles de votos. Esto se debe a que los votos de los electores de siete de los denominados "estados bisagra" tendrán mucho más peso que los de los demás.
Los estados bisagra, a diferencia de aquellos considerados claramente favorables a los demócratas (como California o Nueva York) o a los republicanos (como Texas o Florida), no se inclinan hacia uno u otro partido. Representan un número significativo de electores (93 de 538), lo que convierte sus resultados en determinantes para alcanzar los 270 votos necesarios para la victoria nacional.
En la contienda, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump han centrado sus energías y fondos de campaña en estos estados:
Pensilvania: Quizás el estado más codiciado con sus 19 grandes electores. Trump ganó por un estrecho margen en 2016, mientras que Biden se impuso en 2020, también por poca diferencia. En este estado industrial, Harris cuenta con el apoyo de los sindicatos y los proyectos de infraestructuras impulsados por Biden, mientras que Trump apuesta por la población rural.
Michigan: Con 15 grandes electores, este bastión demócrata fue sorprendentemente ganado por Trump en 2016. Biden lo recuperó en 2020. En un estado marcado por la industria automovilística, Harris cuenta con el apoyo del principal sindicato del sector, pero Trump busca capitalizar el descontento de los votantes árabes-estadounidenses por el apoyo de EE.UU. a Israel.
Wisconsin: Este estado, con 10 grandes electores, también rompió el "muro azul" demócrata en 2016, aunque Biden lo recuperó en 2020. Los demócratas destacan la "amenaza existencial para la democracia" que representaría Trump, mientras los republicanos celebraron aquí su convención en julio.
Georgia: Tradicionalmente republicano, con 16 grandes electores, este estado del sur eligió a Biden en 2020. Harris, con su origen diverso y su perfil más joven, busca atraer a jóvenes y minorías. Trump, sin embargo, cuenta con el apoyo del electorado religioso que celebra la suspensión de la garantía federal del aborto.
Carolina del Norte: Otro estado sureño con 16 grandes electores, que no ha votado por los demócratas desde Barack Obama en 2008. Harris espera el apoyo de la comunidad afroestadounidense y de los jóvenes, mientras los demócratas se esfuerzan por aumentar el registro de votantes.
Arizona: Este estado predominantemente republicano, con 11 grandes electores, dio la sorpresa en 2020 al elegir a Biden. Trump ha centrado su campaña en la inmigración ilegal, un tema relevante en este estado fronterizo. Harris espera capitalizar la preferencia del estado por una gobernadora demócrata en las elecciones de medio mandato de 2022.
Nevada: Este estado del oeste, con seis grandes electores, no ha votado por un republicano desde George Bush en 2004. Los conservadores esperan captar a parte del voto latino que se distancia de los demócratas, mientras que los partidarios de Harris confían en el apoyo de los nuevos habitantes jóvenes y formados que han llegado al estado.
Estos siete estados jugarán un papel crucial en definir quién será el próximo presidente de Estados Unidos, ya que no solo representan una gran cantidad de electores, sino también un equilibrio delicado entre las preferencias políticas de sus votantes.
Para más información y actualizaciones sobre esta y otras noticias, mantente en sintonía con www.laspalomastv.com