La petición haitiana
El 21 de octubre, el Gobierno de transición haitiano solicitó formalmente al Consejo el establecimiento de una misión de paz "lo antes posible", argumentando que la actual MMS carece de recursos humanos y financieros suficientes para abordar la grave crisis de seguridad en el país.
En respuesta, Estados Unidos y Ecuador presentaron un proyecto de resolución pidiendo al secretario general de la ONU, António Guterres, un informe detallado sobre el alcance, la duración y las funciones de la posible misión.
Oposición de Rusia y China
A pesar de la urgencia, Rusia y China reiteraron su negativa a apoyar una misión de paz en Haití. Alegaron que las experiencias previas con este tipo de operaciones en el país han dejado resultados contraproducentes, y se negaron a negociar el texto de la resolución. Esto prácticamente imposibilita la aprobación del envío, ya que la decisión requiere el consenso del Consejo de Seguridad.
La inseguridad se intensifica
Mientras las discusiones se estancan, Haití enfrenta una escalada de violencia sin precedentes. Solo ayer, 28 presuntos miembros de bandas armadas fueron abatidos en Puerto Príncipe, y los cadáveres de más de una veintena de ellos fueron quemados y esparcidos por la ciudad en un acto de extrema crueldad.
Las armadas bandas, encabezadas por Jimmy Cherizier, alias "Barbecue", han amenazado con días de terror en la capital. Además, ataques recientes contra aviones comerciales estadounidenses llevados al cierre del aeropuerto internacional Toussaint Louverture, agravando la crisis humanitaria al paralizar las entregas de ayuda de la ONU.
Balance de víctimas
El deterioro de la seguridad ha cobrado millas de vidas. Según datos de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), entre julio y septiembre al menos 1.223 personas murieron y 522 resultaron heridas. En 2023, la violencia dejó cerca de 8.000 víctimas, y las cifras de este año siguen la misma tendencia.
Conclusión
El futuro de una misión de cascos azules en Haití sigue siendo incierto. Mientras tanto, la nación caribeña continúa sumida en una espiral de violencia y crisis humanitaria que exige una respuesta urgente.