Palabra de Dios
Salmo
Sal 145,7.8-9a.9bc-10
R/. Alaba, alma mía, al Señor
Segunda Lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (9,24-28):
Cristo ha entrado no en un santuario construido por hombres imagen del auténtico, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros. Tampoco se ofrece a sí mismo muchas veces como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecia sangre ajena; si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde el principio del mundo. De hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo. Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez. Y después de la muerte, el juicio. De la misma manera, Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos. La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, a los que lo esperan, para salvarlos.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,38-44):
Palabra del Señor.
MENSAJES:
MENSAJE ESPIRITUAL DE LA PRIMERA LECTURA:
En la historia de Elías y la viuda de Sarepta, Dios nos invita a confiar en su providencia incluso en momentos de escasez. La viuda, a pesar de tener poco, actúa con generosidad y fe, confiando en la palabra de Dios dada a través del profeta Elías. Como recompensa, Dios multiplica lo poco que ella tenía, mostrándonos que, al poner nuestra fe en Él, Él se encarga de nuestras necesidades.
MENSAJE ESPIRITUAL DEL SALMO:
El salmo nos recuerda que Dios es fiel y justo, cuidando de los oprimidos, liberando a los cautivos y sosteniendo a los huérfanos y viudas. Este salmo refuerza la idea de que Dios es nuestro refugio y proveedor. Alabarle es reconocer que Él siempre obra a favor de quienes le necesitan, sin importar cuán difíciles sean las circunstancias.
La carta a los Hebreos resalta el sacrificio único de Cristo, quien se ofreció por nosotros de una vez por todas. Nos enseña que no necesitamos repetir sacrificios, porque Cristo mismo intercede continuamente por nosotros en la presencia de Dios. La esperanza de salvación que Jesús nos ofrece es un acto supremo de generosidad y amor, invitándonos a vivir confiados en la redención que nos asegura vida eterna.
Jesús observa a una viuda que, a pesar de su pobreza, ofrece todo lo que tiene en el templo, en contraste con los ricos que solo dan de lo que les sobra. Con su acción, la viuda nos enseña que el valor de una ofrenda no depende de la cantidad, sino de la sinceridad y generosidad del corazón. Dios mira la intención detrás de nuestros actos, y en esta historia, Él exalta la verdadera generosidad, aquella que implica sacrificio.
En estas lecturas, se nos invita a confiar en Dios, a ser generosos con lo que tenemos ya actuar con fe y humildad. Dios ve y recompensa nuestra confianza y entrega total.
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