Recientemente, las bandas armadas, lideradas por la expolicía Jimmy Cherizier, alias 'Barbecue', han sembrado el caos en la capital, mientras las autoridades locales permanecen inactivas. Incluso el principal aeropuerto internacional del país fue cerrado temporalmente después de que dos aviones comerciales fueron tiroteados por miembros de estas pandillas.
La misión de apoyo internacional, que llegó hace cinco meses, no ha logrado estabilizar la situación. Las escasas operaciones militares y la ineficaz respuesta de la Policía Nacional haitiana han hecho que la capital quede en manos de las bandas, forzando a millas de personas a huir de sus hogares y vivir como desplazados internos.
A esta crisis se suma la inestabilidad política. Haití no celebra elecciones desde 2016, y el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021 dejó un vacío de poder aún no resuelto. El actual Consejo Presidencial de Transición, que debería organizar elecciones para finales de 2025, vive una lucha interna por el control del poder. Esta disputa culminó con la destitución del primer ministro Garry Conille, reemplazado por Alix Didier Fils-Aimé, quien promete abordar la emergencia humanitaria, restablecer la seguridad y preparar el país para las elecciones.
La situación en Haití continúa siendo crítica, sin señales claras de solución a corto plazo.