En las calles de San Carlos el sistema sanitario ha colapsado, por lo que las heces y aguas servidas flotan en los contenes.El sector San Carlos vive una crisis sanitaria crítica tras el colapso de su sistema de drenaje, lo que ha convertido sus calles en canales de aguas contaminadas, mezcladas con heces fecales. Esta problemática se agrava cada vez que llueve, sumiendo a la comunidad en condiciones insalubres y peligrosas.
Sistema sanitario colapsado
Residentes del sector denuncian que la situación ha empeorado con las recientes lluvias. Las alcantarillas, obstruidas por basura y desechos, no soportan la carga de agua, provocando desbordes que generan:
- Inundaciones recurrentes.
- Malos olores persistentes.
- Riesgo de contaminación del agua potable.
En las calles Salcedo y Álvaro Garabito, la escena es alarmante: aguas residuales se acumulan en los contenes, y el hedor a materia fecal afecta tanto a los residentes como a los comercios locales. “En la Duarte, próximo a la calle Barahona, parece un mar. No se puede transitar”, comentó Manuel Miranda, presidente de la junta de vecinos.
Promesas incumplidas de las autoridades
A pesar de que la CAASD prometió intervenir, los vecinos aseguran que no han recibido respuestas concretas. Marcia Hernández Polanco, miembro de la Junta de Vecinos, explicó que aunque se han entregado documentos oficiales, no se ha realizado el levantamiento necesario para iniciar las reparaciones.
Además, acusan al Ministerio de Obras Públicas de ignorar la restauración del sistema de drenaje al construir nuevas aceras.
Impacto en la calidad de vida
La falta de agua potable es otro problema grave:
- Los residentes solo reciben suministro los lunes y viernes.
- En octubre, pasaron un mes completo sin agua.
- El agua que llega “hiede a materia fecal”, según denuncian los vecinos de la calle Álvaro Garabito.
Comerciantes de alimentos han tenido que abandonar la zona debido a las condiciones insalubres, lo que afecta la economía local.
Exigen soluciones inmediatas
Los comunitarios piden a la CAASD y al Gobierno que actúen con urgencia para solucionar esta crisis sanitaria que ha persistido por más de 15 años. La falta de atención no solo pone en riesgo la salud de los residentes, sino que también evidencia un abandono prolongado de las necesidades básicas del sector.
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