Por Alfonso Alvarez, www.laspalomastv.com
Las Palomas, R.D. 25 de febrero del 2025
Lectura del libro del Eclesiástico (2,1-11):
HIJO, si te acercas a servir al Señor,
permanece firme en la justicia y en el temor,
y prepárate para la prueba.
Endereza tu corazón, mantente firme
y no te angusties en tiempo de adversidad.
Pégate a él y no te separes,
para que al final seas enaltecido.
Todo lo que te sobrevenga, acéptalo,
y sé paciente en la adversidad y en la humillación.
Porque en el fuego se prueba el oro,
y los que agradan a Dios en el horno de la humillación.
Confía en él y él te ayudará,
endereza tus caminos y espera en él.
Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia
y no os desviéis, no sea que caigáis.
Los que teméis al Señor, confiad en él,
y no se retrasará vuestra recompensa.
Los que teméis al Señor, esperad bienes,
gozo eterno y misericordia.
Los que teméis al Señor, amadlo
y vuestros corazones se llenarán de luz.
Fijaos en las generaciones antiguas y ved:
¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado?,
o ¿quién perseveró en su temor y fue abandonado?,
o ¿quién lo invocó y fue desatendido?
Porque el Señor es compasivo y misericordioso,
perdona los pecados y salva en tiempo de desgracia,
y protege a aquellos que lo buscan sinceramente.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 36,3-4.18-19.27-28.39-40
R/. Encomienda tu camino al Señor, y él actuará
V/. Confía en el Señor y haz el bien,
habitarás tu tierra y reposarás en ella en fidelidad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R/.
V/. El Señor vela por los días de los buenos,
y su herencia durará siempre;
no se agostarán en tiempo de sequía,
en tiempo de hambre se saciarán. R/.
V/. Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles.
Los inicuos son exterminados,
la estirpe de los malvados se extinguirá. R/.
V/. El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva
porque se acogen a él. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,30-37):
EN aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.
Les decía:
«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará».
Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó:
«¿De qué discutíais por el camino?».
Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante.
Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».
Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
«El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».
Palabra del Señor.
MENSAJES:
MENSAJE ESPIRITUAL DE LA PRIMERA LECTURA (Eclesiástico 2,1-11):
Esta lectura nos recuerda que seguir a Dios implica pruebas y dificultades. Se nos llama a ser firmes en la fe, confiando en que el Señor nos fortalecerá y nos recompensará si permanecemos fieles. Así como el oro se purifica en el fuego, nuestra fe se perfecciona en la adversidad.
MENSAJE ESPIRITUAL DEL SALMO (Sal 36,3-4.18-19.27-28.39-40):
El salmista nos anima a confiar en el Señor ya vivir en justicia. Dios no abandone a quienes le siguen con sinceridad. Su protección y salvación están reservadas para los justos, especialmente en los momentos de necesidad y peligro.
✝️MENSAJE ESPIRITUAL DEL EVANGELIO (Marcos 9,30-37):
Jesús enseña a sus discípulos que la grandeza no está en el poder, sino en el servicio. Él mismo se presenta como ejemplo, anunciando su pasión, muerte y resurrección. Además, al poner a un niño en medio de ellos, muestra que acoger a los más pequeños y humildes es acoger a Dios mismo.
REFLEXION FINAL:
Dios nos llama a la confianza, incluso en los momentos difíciles. Las pruebas no son castigos, sino oportunidades para crecer en fe y perseverancia. Jesús nos enseña que la verdadera grandeza está en la humildad y el servicio. Si queremos seguirle, debemos aprender a confiar en su plan, servir con amor y acoger a los más necesitados.