El cuerpo de Robert Card, el sospechoso de los tiroteos que dejaron 18 personas muertas en Lewiston, Maine, fue encontrado en el interior de un camión de reciclaje en la planta donde había trabajado y sido despedido.
El comisario del Departamento de Seguridad Pública de Maine, Mike Sauschuck, confirmó la noticia y dijo que Card murió por un disparo autoinfligido en la cabeza. El arma utilizada en los tiroteos, un rifle de asalto, fue encontrada en el interior del coche que Card supuestamente usó para huir y que abandonó en un embarcadero en la ciudad de Lisbon.
La policía encontró una nota en una de las casas que Card había registrado, en la que se despedía de sus seres queridos y dejaba información sensible, como contraseñas de teléfonos móviles y cuentas bancarias. Aunque no era una nota de suicidio en sí, se podía entender de esa manera.
El motivo de los tiroteos aún no está claro, y Sauschuck no pudo precisar por qué Card atacó los lugares elegidos. No hay indicios de que haya llevado a cabo los tiroteos debido a la paranoia o la posibilidad de escuchar voces, teorías que circulaban en los medios.
El comisario está seguro de que hay alguna conexión entre los dos lugares atacados, que son populares en la comunidad y que Card probablemente había visitado antes.
Con el hallazgo del cuerpo de Card, terminan dos días de tensión en Lewiston y las ciudades circundantes, donde gran parte de los ciudadanos habían permanecido en casa por seguridad. También concluye una intensa búsqueda por aire, tierra y agua que involucró a cientos de efectivos de la policía local, estatal y del FBI.
Los tiroteos en Lewiston han conmocionado a la comunidad y se han convertido en los más mortíferos en Estados Unidos en lo que va de año.